jueves, 10 de mayo de 2012

10 preguntas a... Gabriel Maldonado, de RECICLOWN

La primera, que pronto se convertirá en un clásico, ¿qué es la Cultura?

A un lado las proteínas, vitaminas, hidratos de carbono... estableciendo otro parámetro, llegamos a dos grupos de nutrientes fundamentales: los que alimentan el cuerpo y los que le hacen ganar peso al alma. 'Cultura' podría ser el concepto que engloba a los del segundo grupo. Por cierto, los países más cultos suelen ser los que mejor comen, por si lee algún político.

¿Qué es el Teatro?

Una representación de la vida misma, a menor escala, pero con más pretensiones en menos espacio y tiempo que la vida real. Si le preguntas a otro teatrero, te dirá otra cosa, ¡seguro!

¿Por qué escogiste el Teatro como profesión? ¿O te escogió el Teatro a ti?

Mitad y mitad. Un día pillé bailando a mi parte creativa con lo creativo que hay en el teatro, y seguí girando. Ignorante de mí, en parte me seducía la idea de tener mucho tiempo libre. Nunca he trabajado más... ni más a gusto.

El trabajo con público joven ocupa gran parte de tu labor profesional. ¿Qué podemos esperar de estas generaciones en los próximos años de desarrollo artístico?

Por un lado parece que la enseñanza reglada se ocupa más que antes en ofrecer espacios y recursos formativos a quien desee para sí una profesión artística. Por otro, parece no terminar de arrancar aquella parte de la idiosincrasia, de la política, de la inquietud del público y del adulto 'educador' que es quien, en teoría, fragua el cimiento de las siguientes generaciones. Aparte de esto, muchos otros factores menos o más previsibles entrarán en juego. ¡Estaremos pendientes!

La Escuela debe(ría) tener un papel imprescindible en cuanto a la difusión de diversos lenguajes artísticos. ¿Cómo?

Entiendo que al hablar de Escuela hablamos de enseñanza obligatoria. No creo que la escuela tenga que formar concienzuda y especializadamente a un artista, a un matemático, a un científico... pero sí que debe formar individuos creativos. El arte en general es una herramienta práctica en este sentido. Necesitamos sistemas pedagógicos que fomenten la creatividad para dar paso a personas capaces de resolver, de crear cualquier cosa. Necesitamos creadores para avanzar, reinventar continuamente el mundo.

En los últimos años, compañías canarias han sido nominadas a los Max. ¿Serías capaz de mojarte sobre el nivel de las compañías profesionales de teatro de las islas?

El tejido empresarial del teatro en Canarias no resulta tan sólido como fuera, en otros lugares del territorio nacional. Aún así, existen compañías en Canarias que hacen valer talento y capacidad de sacar proyectos adelante y demuestran su buen hacer.

¿Cómo ves la acción cultural en Tenerife?

Institucionalmente, pobre. Sin embargo en lo popular, por nuestro carácter, vivimos con ganas de expresarnos artísticamente, de sacar afuera lo de dentro. Hablamos de acción, no de público; como público parecemos continuar dormidos.

Es época de 'vacas flacas'. Eso ¿tiene un lado bueno?

Todo tiene un lado bueno. Me atrevería a decir que esto tiene uno malo, que todos conocemos y no necesitamos explicar, y otros tantos buenos, como pudieran ser entre otros: el aprendizaje en la gestión con menos presupuesto, la búsqueda de nuevas fórmulas para mantener comercialmente el producto cultural, la agudización de lo creativo ante un menor recurso económico...

La penúltima facilita. ¿De qué va esa acción que se desarrollará el domingo 13 de mayo en el Teatro Guimerá, HASTA QUE SE ABRE EL TELÓN?

Sin destapar nada en concreto, será una oportunidad para conocer el Teatro Guimerá de telón hacia dentro. A quien alguna vez le haya picado la curiosidad sobre lo que esconden las tripas del teatro, se la recomiendo.

Hablando de recomendar, recomienda un consumo cultural (libro, exposición, película, obra, concierto...)

“Las mil y una óperas”, espectáculo para todos los públicos de Reciclown, el domingo 3 de junio en el teatro cine de Los Realejos. Bueno, vale, me pillaron... vayan a ver y escuchar al Ensamble Vocal Contemporáneo de Tenerife interpretando espirituales, el día 20 de este mes de mayo en el Auditorio de Tenerife Adán Martín a las 20:00 horas. Eso sí, no se pierdan lo de Reciclown.



Gabriel Maldonado Abreu nace en 1971 en Santa Cruz de Tenerife. Estudia en el conservatorio superior de su ciudad natal. Ha recibe formación mediente cursos de interpretación, canto, producción, gestión y distribución de espectáculos escénicos. Hasta 2005 Trabaja como actor y cantante lírico en varios espectáculos. A partir de esta fecha comienza a idear y producir proyectos culturales de diferente perfil. En 2005 funda la compañía ReciclownTeatro con el objetivo de acercar la ópera y música lírica a todo tipo de público desde una perspectiva ajena a la habitual. Con esta intención da vida a tres montajes que giran por las islas del archipiélago: ”Los hermanos Gepetti”, “El otro Rigoletto” y “Las mil y una óperas”. Con Reciclown alterna esta fórmula escénica con montajes teatrales de otro tipo, acercando varias veces la vida y obra de figuras literarias a través de montajes escritos y dirigidos por él: “El apasionante viaje de Mercedes Pinto” o “El vuelo de las palabras” son algunos ejemplos. Su labor en el teatro profesional ha abordado la dramaturgia, la dirección, la interpretación y la producción. “Esto también es Esparta” y “La leyenda de los explicuchis” son otros títulos de su creación.



lunes, 7 de mayo de 2012

CREATIVIDAD: diferenciarse ¿de qué?, ¿de quién?

Hace unos días escribía como estado en facebook: ‎'Somos tan distintos que sólo podemos hacer una misma cosa: defender nuestra singularidad'.

Quiero retomar esa reflexión para abrir una nueva sección en el blog: la Creatividad.

Llevo un tiempo estudiando sobre ella (libros, vídeos, cursos...). Sigo sin saber gran cosa.

Existen incontables definiciones de Creatividad, desde la más sencilla (la RAE la define como la facultad de crear, capacidad de creación) hasta otras discutibles como la de Trevor Kletz: ver lo que todos ven, pensar lo que nadie ha pensado y hacer lo que nadie se ha atrevido a hacer.

Desde que comencé a crear, empecé a frustrarme:

- ¡Qué bien!, se parece un montón a una cosa que escribió 'noséquién'...
- ¡Qué bonito el logo!, me recuerda al de 'tal marca'...
- Hay un verso muy parecido en la canción de 'mi grupo favorito'... 

Y así, en incontables ocasiones.

¿Quiere eso decir que no estaba siendo creativo? Claro que no. Lo era, quizás no fuera original, pero estaba creando. Aquello existía por primera vez en mi cabeza. Reconozco que inicialmente llegué a pensar que debía abandonar esa inquietud pero ¿por qué hacerlo?

Sería más sencillo y productivo eliminar competencia: no creaba 'contra' el mundo, sino para mí. ¡Qué más da si ya lo hizo alguien antes! Se le felicita y a por otra idea loca. En el peor de los casos, la creación es una carrera si es tu profesión, si pretendes el reconocimiento de tu idea o si tu vanidad es mayor que tu creatividad. Si no estás en ninguno de estos supuestos, sólo compites contra ti, contra tu necesidad de ver lo que no habías visto, pensar lo que no habías pensado y hacer lo que no te habías atrevido a hacer. Así, en primera persona.

Hace unos meses decidí que, si quería aportar algo distinto a mi carrera profesional, quizás debería hacer lo mismo con mi CV. Hasta donde mi experiencia me dice, el mundo de los RRHH tiene tendencia al 'no movimiento'. Pensé que mi CV sería uno más en la parte más baja de una montaña de papeles.

Entonces decidí diferenciarme. ¿De qué? De lo que había hecho hasta ahora. ¿De quién? De mí mismo. Hasta ese momento había sido capaz de estructurar unos datos personales, laborales y de formación de un modo estandarizado. Si quería nuevas respuestas, necesitaba nuevas propuestas.

Me puse en contacto con cuatro personas de referencia: tres amigos profesionales de los RRHH y el tipo con más intuición y capacidad crítica que conozco, mi hermano.

Les comenté mi idea de generar un CV basado en competencias profesionales (nada nuevo para los que se dedican a la selección y formación de personal) presentado con infografías, apostando por mostrar al candidato como algo más que una suma de logros académicos y profesionales. Se pondrían en valor competencias y habilidades que, para mí, no solían recogerse en un CV convencional. Ahí comenzaba a divisarse novedad, por tanto, creatividad.

Me sometí a un cuestionario de competencias profesionales (PAPI-N para quienes quieran curiosear o conocerse algo más) y envié un cuestionario a antiguos compañeros de trabajo, jefes y otras personas con las que hubiera compartido algún proyecto profesional (lucrativo o no, otra diferencia). Este grupo de 'colaboradores' definía de un modo libre una relación de habilidades, capacidades, actitudes y/o aptitudes que me definieran como trabajador. El cuestionario, me situaba en distintos ejes de competencias que podría asociar fácilmente con los resultados de los cuestionarios enviados a mi 'pasado profesional'.

De esas fuentes obtuve datos suficientes para configurar una propuesta 'distinta' para mi CV. Con ellos (y con los datos del CV convencional) generé 3 infografías. La primera (que abre el CV) es la NUBE DE COMPETENCIAS (ver imagen). En ella se representan gráficamente todas las competencias extraídas del estudio previo, dimensionadas en función de su peso específico y con datos (%) que las sitúan en relación al número de opiniones emitidas y al número de personas que señalaron cada una de ellas.




          
                                                                         INFOGRAGÍA 1. NUBE DE COMPETENCIAS


Además, generé dos infografías para completar el nuevo modelo de CV: un CRONOGRAMA PROFESIONAL POR COMPETENCIAS y una representación de mis ÁREAS DE DESEMPEÑO PROFESIONAL. En estas últimas se aportan datos habituales (o casi) en los CV tradicionales pero relacionándolas con los datos distintivos que aporta esta propuesta.

Tras un par de revisiones y versiones, completé el CV y lo envié a las cuatro personas de referencia. Sus conclusiones me animaron a 'moverlo', enviarlo a posibles seleccionadores. Ya les contaré los resultados, aunque van llegando algunas muestras de interés por 'desconocidos'.

A modo de conclusión, comentar que hace unos días, una de mis amigas profesionales de los RRHH me envió el siguiente link. En el artículo se habla de una iniciativa (Talentous) que trabaja aspectos similares a los que les he comentado.


¿Quiere eso decir que no fui creativo al trabajar este recurso? No lo creo. En todo caso podríamos discutir la originalidad pero todo el trabajo realizado tiene mucho sentido. Confiemos en que funcione, aunque la Creatividad no debe ser esclava de los resultados.



Javier Rodríguez



 

¡NO SE LO DIGAS A NADIE!, un proyecto para todos a través de unos pocos.

El Organismo Autónomo de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha lanzado hace unas fechas ¡NO SE LO DIGAS A NADIE!, el primer proyecto de microcultura al amparo de una administración pública.

Así, con esta metodología de generar experiencias relacionadas con las artes para grupos reducidos de espectadores, pretende llegar a todos. ¿Cómo? Convirtiendo a los asistentes en prescriptores de la acción en la que participaron.

Quienes apuestan por la microcultura proponen la inmersión en las artes de un modo experiencial y crítico, más que como meros espectadores, como un modo de generar nuevos públicos. Un trabajo a largo plazo.

Dos entradas de este mismo blog darán un poco de luz a la génesis de la microcultura y servirán para contextualizar ¡NO SE LO DIGAS A NADIE!



Uno de los principales objetivos del proyecto es generar experiencias que trasciendan la exhibición artística en las que los asistentes (siempre grupos reducidos de personas) puedan participar de un diálogo con los artistas, del proceso creativo y desarrollar así un espíritu crítico con el que acercarse al consumo cultural.


¡NO SE LO DIGAS A NADE! ha generado 5 acciones para el periodo abril-junio de 2012:

- APUNTES SOBRE MOVIMIENTO, danza contemporánea
en tres sesiones (28 de abril, 26 de mayo y una fecha por definir en junio)

- NO [SÓLO] ME CUENTES CUENTOS, cuentos
29 de abril

- HASTA QUE SE ABRE EL TELÓN, teatro
13 de mayo

- NO LO CUENTES, ¡ESCRÍBELO!, relato breve
fecha por determinar en junio

- CON LA MÚSICA A OTRO SIGLO, música contemporánea
fecha por determinar en junio


Cada una diseñada para grupos de un máximo de 20 personas y con un precio de 3€.





viernes, 4 de mayo de 2012

Divorcio cultural en el peor momento.

'¿Cómo sobrevivir a la crisis? Política y gestión cultural', el seminario propuesto por la Fundación Pedro García Cabrera, presentó ayer su segunda jornada. En ella, el profesor Lluís Bonet (Universitat de Barcelona) continuó dando claves para comprender por qué la Cultura se encuentra en la situación actual y comenzó a esbozar algunas claves de acción.

Las intervenciones, que en esta sesión no esperaron al final de la presentación de Bonet, dejaron en mí una sensación de divorcio entre la academia y la gestión de políticas culturales. Una impresión. Una simplificación. Lo sé.

Ante cualquier propuesta, unos y otros, sacan a pasear su incuestionable experiencia y todo queda en etéreos brindis al sol. Unos, cortoplacistas. Otros, sin el condicionante del cargo público respirando en sus 'cogotes'.

Se habla de participación y llega el consenso. ¿Democracia participativa? Sí, pero no con todos. Uf. En realidad, un complemento participativo a una democracia representativa. Ah, vale. Todos más contentos. Pero... la casa sigue sin barrer.

Antes, en la sesión anterior, la 'universidad' había aceptado parte de culpa por no -saber o querer- salir de su campana de cristal. Los otros, la gente de la Cultura, al menos inicialmente, reconocen un fracaso al no haber conseguido implicar a la ciudadanía en su proyecto (¿todo para el pueblo pero sin el pueblo?). Otros, también de este sector, no creen que el fracaso sea tal. Como en el chiste: organícense.

En encuentros anteriores se ha propuesto como necesario el trabajo público-público (no como espectador, sino como relación entre administraciones). Totalmente de acuerdo. ¿Quién le pone el cascabel al gato? Aquí comienzan mis dudas.

Como espectador asumo mi parte de culpa, dejé que 'papá estado' me consintiera. Estoy 'pagando el pato'. Y ellos ¿qué hacen? Si las decisiones (generadas por los técnicos) tienen coste en votos, no las apoyarán (salvo contadas excepciones). Si una solución es 'mancomunar' recursos, olvídalo, no invitaré a mis vecinos a ir a tu teatro... Y, así, uno sospecha otras muchas cosas.

Hace no mucho tiempo, desde luego que ya dentro de la crisis, muchos dentro del sector hablaban de industria cultural y no se ponían ni colorados. Ahora toca reinventarse, consolidar los logros que no sean esclavos del presupuesto... ¿Quién está dispuesto?

Por eso, porque un usuario de eventos culturales como yo tiene todas estas sensaciones encontradas sólo escarbando un poco, siento ese divorcio en la Cultura: entre administraciones, entre creadores y público, entre públicos (como espectadores)...

Mi abuela solía decir: entre todas la mataron y ella sola se murió.