sábado, 16 de mayo de 2015

'Leyendo, que es gerundio': tres semanas de literatura en Puerto de la Cruz

Hace unos meses, nos solicitaron desde Cultura Puerto de la Cruz un proyecto 'relacionado con el Día del libro'. Algo distinto, comentaron. Las premisas iniciales no fueron muchas: que se diferenciara del formato feria y que girara en torno a las instalaciones de la biblioteca municipal. La propuesta parte de alcaldía y el proyecto quiere nacer para quedarse.

Con esos datos nos ponemos a trabajar y vamos conformando un conjunto de acciones -unas nuevas y otras no tanto- que sirvan a los objetivos marcados: animación a la lectura.

La estrategia que definimos es acercar al espectador (eso que en cultura llaman 'no público') a la literatura con acciones relacionadas con otras disciplinas artísticas, quizás, más consumidas.

Así nace 'Leyendo, que es gerundio'. ¿Por qué lo llamamos así?

Dice Fernando Beltrán -alma de “El nombre de las cosas”- que debe buscarse el nombre más natural para productos, servicios o proyectos. En este caso nace de la idea de la búsqueda de un nombre impactante, familiar y fácilmente relacionable con el objeto del proyecto. Utilizar el gerundio indica acción -una de las 'ideas-fuerza' del proyecto. Parafrasear una expresión popular, le confiere cercanía.




Comenzamos a dotarlo de acciones 'híbridas', aquellas en las que la literatura y otra disciplina artística conviven:

Cine-forum y Me gustó más el libro trabajaban la literatura desde el cine, visionando películas en el primer caso y comparando películas con las novelas en las que se basaron, el segundo. Digital 104 se encargó de desarrollarlas.





Leyendo Insomnia, con un concierto-taller y el Concierto del Conjunto vocal Reyes Bartlet, con un repertorio seleccionado por la calidad de sus textos, buscaron acercar al público a la poesía a través de la música. Ismael Perera y la Coral Reyes Bartlet fueron los responsables de estas acciones.





Queríamos comprobar si la letra con risa entra y solicitamos a dos geniales humoristas que crearan nuevos textos para sus monólogos, eso sí, con la literatura como base. Carmen Cabeza, con Humor de letras y Carlos Castillo, con Riendo, que es necesario demostraron que la combinación literatura-humor es posible.





La formación nos pareció fundamental y, con ese fin, se desarrollaron algunas acciones que acercaran al público a la creación. Si no lees hoy…, creado junto a Carmen Cabeza para público infantil y Taller de iniciación a la escritura creativa, con Blanca Villa, descubrían algunas claves básicas de la escritura al público que se acercó a disfrutar de su talento.





No quiso el proyecto dejar atrás acciones más convencionales y apostó por generar algunos espacios de conversación entre el público y los autores. Marina Montero -una joven autora de 16 años- y Mariano Gambín tuvieron sendos encuentros en formato Charla con los espectadores y desarrollaron, además, un encuentro menos formal -en forma de Desayuno y merienda literarios, respectivamente- en los que charlar de sus obras y, en general, de literatura.





La narración oral no podía quedar fuera del proyecto y se programaron acciones que, como Si no lees hoy, se desarrollaron en los barrios de Puerto de la Cruz. Una sesión de Cuentacuentos, a cargo de Kiko Castro, y dos de Libro-álbum, por Silvia Torrents, llevaron la magia de las palabras a pequeños y no tan pequeños.





Se lanzaron también, a través de las redes sociales, dos convocatorias para que el público creara sus propias obras: una de Relato breve y otra de Fotografía y literatura. Escasa participación pero mucha calidad e ingenio en las propuestas recibidas.

La relación entre teatro y literatura no pudo quedar más evidenciada que con la programación de Los piratas ilustrados, una propuesta para público familiar de Reciclown. Además, los miembros de esta compañía desarrollaron incontables abordajes pirata en los cinco colegios del municipio.




No faltaron en la convocatoria las artes plásticas. En este caso, a través de la Charla y Exposición (creada especialmente para el proyecto) por Joaquín Artime.




Para finalizar, se diseñaron dos acciones algo arriesgadas pero, a nuestro juicio, interesante para el público, lo que confirmaron posteriormente las charlas mantenidas con los asistentes.

La primera, La doctora lectora y Urgencias literarias, colocaba a una lectora profesional, Dai Lana, en una consulta a la que asistían aquellas personas interesadas en recibir ayuda especializada a la hora de seleccionar lectura. Se pensaron dos formatos, para niños y adultos.




Para finalizar, Miguel A. Batista se convirtió por un par de noches en consejero poético y nos ayudó a dar forma a Una noche con Cyrano. En esta acción, recorría las calles de la ciudad 'apuntando' versos a parejas de amigos, enamorados… Deliciosa.




Hay mucho por mejorar, mucho por resolver pero ojalá sea cierto que 'Leyendo, que es gerundio' ha venido para quedarse.