Tres 'hurras' por quienes lo consiguen.
Los espectáculos de masas, festivales, obras de gran formato, comunicación a gran escala, la búsqueda de la viralidad... Todo válido, todo con sentido (y, en ocasiones, consentido), [casi] todo Cultura.
Solemos escuchar en tiempos como los que vivimos que son una oportunidad para la creatividad. A la espera de una modificación de la Ley de Mecenazgo en nuestro país (y de la adaptación de las empresas y particulares a este rol que muchos habían delegado en la Administración)...
¿Qué podemos hacer?
Hace unos días disfruté de 'Teatro por dinero' (como debe ser, si se entiende literalmente, pero me refiero a una propuesta escénica que descubrí hace un tiempo en Madrid y que ahora, por fin, pude disfrutar). Representaciones de quince minutos para quince personas por cuatro euros. Y no deja de ser teatro (sacrificando algunas cosas y conquistando otras) escrito e interpretado por guionistas, actores y actrices con un cierto nombre en el panorama nacional que apuestan por el formato.
El día 24 de enero pude asistir a una visita guiada a Solo Conca (antigua Sala Conca), conducida por su fundador -hace más de cuarenta años- Gonzalo Díaz, quien nos contó que en una de sus últimas visitas a Nueva York había visto con tristeza cómo había cerrado la mayor parte de las galerías que solía frecuentar y cómo había comprobado que la tienda del MOMA (uno de los museos que sobrevive) se había convertido en su pulmón económico a base de generar -y así poder vender- obra de pequeño formato a un precio asequible.
El mismo Gonzalo Díaz ha implantado esta filosofía en su sala, pidiendo a sus artistas -también- obra de pequeño formato que poder ofrecer a un rango de clientes mayor, no coleccionista.
El espacio El Generador, del Equipo PARA, ofrece también programación de formatos reducidos multidisciplinares, apostando por una estructura de socios (clientes fidelizados) que responden a sus propuestas de modo habitual.
Son sólo unos ejemplos.
PETÍCOMITÈ gestiona hace un año acciones de pequeño formato, con espíritu colaborativo, que pretenden autofinanciarse, sin renunciar a que el espectador pague por un consumo cultural. Recientemente, algunos gestores culturales se han interesado por la posibilidad de adaptación de esta idea a sus ámbitos de acción y estamos trabajando para conseguirlo.
PETÍCOMITÈ gestiona hace un año acciones de pequeño formato, con espíritu colaborativo, que pretenden autofinanciarse, sin renunciar a que el espectador pague por un consumo cultural. Recientemente, algunos gestores culturales se han interesado por la posibilidad de adaptación de esta idea a sus ámbitos de acción y estamos trabajando para conseguirlo.
No debemos renunciar a ideas o formatos porque, entre otras cosas, la crisis en la Cultura no es monocausal. Sin embargo, parece el momento de hacer visible la obra de los creadores, al menos de momento, trabajando desde lo cercano.
Javier Rodríguez
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