[micro] Cultura de guerrilla.

Asociado -conflictos armados aparte- al marketing desde hace algunos años, el formato de guerrilla se presenta como la estrategia a seguir por el mundo de la Cultura, al menos, desde la filosofía de microcultura por la que apostamos.

Marketing de guerrilla (guerrilla marketing) hace relación a técnicas y estrategias que, a través de medios no convencionales, alcanzan sus objetivos. La Creatividad se presenta como el arma definitiva (perdón por la analogía previsible).

Del mismo modo que el universo del marketing necesitó generar modos alternativos a las grandes inversiones para pequeños proyectos, la Cultura (al menos la microcultura) debe comenzar a establecer este tipo de acciones como parte fundamental de sus estrategias, no sólo de comunicación. Y es que la creación, la presentación ante el público y el ya obligado diálogo que debe generarse entre artista y espectador deberán plantearse el adoptar esta manera de hacer Cultura.

Los procesos de creación, hasta ahora introspectivos y siempre en el ámbito de lo privado, deberán plantearse la posibilidad de abrirse a sus públicos y, más aún, a los públicos posibles. Pero no como un acto de exhibición sino aceptando el feedback como un nuevo modo de relación con el espectador. El flujo de información tendrá, por tanto, una doble función: para el creador, como enriquecimiento del proceso creativo y para el espectador, como un modo de contextualizar la creación.

La presentación ante el público también debe (puede, si se prefiere) plantearse -siempre desde esta estrategia de guerrilla- momentos y espacios infrecuentes. En este caso el propósito será descontextualizar.

Cada vez con más frecuencia, deberá facilitarse el diálogo entre artista y espectador a la conclusión del espectáculo (generando modos creativos de hacerlo) como un medio de generar productos circulares, que no tengan un inicio y final definidos.

El pequeño espacio que media entre Cultura coyuntural y coyuntura cultural acogerá esta estrategia de guerrilla de un modo casi natural. El cambio de modelo (que afecta desde la financiación hasta el diseño de los proyectos) será el entorno adecuado para iniciativas que retomen al espectador como objetivo, pero también como actor.

¡Lo que lees! La responsabilidad no es exclusiva de los creadores. El público, tomado uno a uno, debe asumir su cuota de responsabilidad, formarse, generar y compartir su juicio crítico, trascendiendo el gusto personal y dejando atrás su asiento tras la cuarta pared.

Estés en el lado que estés, tienes mucho que hacer. ¿No crees?


Javier Rodríguez
@JavierVersus
javier.versus@gmail.com