martes, 27 de diciembre de 2011

Do, re, mi... y la marcha Radetzky!

Dos apuestas. Una, el Concierto de Navidad del Puerto de Tenerife -ya en su edición número dieciocho-, sigue apostando por acercar la música de canon clásico a un público aún mayor (pocas veces podrán congregar veinte mil personas) o viceversea. ¿Han evaluado los resultados obtenidos respecto a esa intención?

La segunda es el estreno a nivel nacional del musical Sonrisas y lágrimas en Tenerife. Se estrena esta noche, aunque ayer tuvimos la ocasión de asistir al ensayo general.

Dieciocho ediciones del concierto y unos cuantos musicales representados en Tenerife (Hoy no me puedo levantar, Los 40, Chicago, Cabaret, Mamma mía, We will rock you...) y ¿hemos madurado como público?, ¿tendríamos que hacerlo?

Un repertorio, en el primer caso, no demasiado denso para quienes no tenemos hábitos de consumo de música de canon clásico: zarzuela, ópera, música popular latinoamericana... pero terminamos 'vibrando' con la marcha Radetzky.

Un musical de toda la vida, que puede gustarte más o menos, con una propuesta escénica poco habitual -aunque sólo sea por ser carísima- y nos quedamos con el karaoke del final, cuando el helenco al completo nos invita a cantar Do, re mi...

Esto que comento no es malo. Es posible que ni siquiera sea así. Sólo me llama la atención comprobar que, en ambos casos, los promotores, directores, intérpretes... nos consideren un público maduro y yo, por mucho que lo intento, no veo esa madurez.

Perdón por la miopía, pero quizás sólo queremos divertirnos. ¿Y qué?

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